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Esta funcionalidad hace uso de la capacidad de Texto Hablado según la tengas ya instalada y configurada en tu propio dispositivo. Verás que hay algunas voces que no son tan buenas, elige de la lista alguna que funcione. Están en tu dispositivo.

Gracias por visitar la web personal de Salva Castillo. Como nativo digital que ha vivido en diferentes ciudades (Córdoba, Madrid, Buenos Aires y Miami) me es natural mantener una puerta abierta al mundo donde compartir algunos aspectos de mi vida, y donde intercambiar información con otros. Mi proverbial verborrea incontenida es, también, un factor a considerar en esta iniciativa.

Logo Salva Castillo

El escorpión, la palmera, er bisho, el bogavante o, más recientemente, la gamba; como lo quieras llamar, tanto da. Si alguna vez nos encontramos en persona, es seguro que lo llevaba colgado al cuello.

Aunque también mantengo perfil en algunas redes sociales prefiero centralizar mi contenido en esta web que reside en mi propio servidor. Quiero hacerme independiente de plataformas de terceros que usan el contenido que yo proveo gratuitamente como su activo (tu contenido también lo usan, que lo sepas), que monitorean mis comunicaciones socavando mi privacidad (encriptadas extremo-a-extremo dicen, ¡ja!), que me crean un perfil sociodemográfico (que comparten con infinidad de terceros) para luego inundarme de publicidad a mansalva (pun intended) y, además, mediante algoritmos cuya lógica desconozco, otorgan la visibilidad (o no) de mis contenidos para el resto de usuarios.

Finalmente, estas redes sociales pueden decidir en cualquier momento, bajo su propio criterio y unilateralmente, que no consideran apropiado alguno de mis contenidos y borrarlo, o incluso eliminar mi cuenta y/o perfil. De la polarización política y social que fomentan prefiero no hablar. Como cantaba el insigne Facundo Cabral en su deliciosamente divertido «Ferrocabral» (1983):

«Nadie espera nada de nadie o todos esperan todo de cualquiera. Es decir, los políticos deciden cuanto debes ganar y los militares cuanto debes perder. Los curas cuanto debes aguantar y los sindicalistas cuando debes parar.»

Corolario para el siglo XXI:

«Las redes sociales y la presión social de tus iguales en tiempo real ayudan a decidir tu posición ideológica en aquello que te concierne (y en aquello que no te concierne, también)»

En nuestra sociedad es muy importante el sentimiento de pertenencia y aceptación. La velocidad de diseminación de la información es casi inmediata y, por la polarización social actual, nos podemos sentir coaccionados a posicionarnos inequívocamente de un lado u otro, y a veces lo hacemos de forma irreflexiva. Nos puede pasar a todos. En tono jocoso hace algún tiempo yo comentaba:

«Una mente socialmente saludable está en perfecto alineamiento eufórico con La Cosa Actual que la comunidad local esté aceptando en cada momento»

Me gusta pensar en esta web como un canto (mi canto) a algunos valores que considero importantes, como la independencia, a la libertad de expresión, a la privacidad, y a hacer las cosas como uno cree que deben ser, aunque cueste más esfuerzo y a veces (o muchas veces) se equivoque. Me es importante estar de acuerdo conmigo mismo. Esta web es, en definitiva, un canto a mi mismo, como decía Walt Whitman:

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Puesta de sol

Quizá reparéis en que no menciono explícitamente a terceros, ni publico fotos o vídeos en los que aparezcan otras personas de forma reconocible. No es, en ningún caso, por falta de afecto. Obedece -además de a un evidente enaltecimiento de mi propio narcisismo- a que respeto la privacidad y los diferentes proyectos vitales, de algún modo en curso divergente con mi propio camino, de todas las personas que han formado parte de mi vida. No importa si las fotos fueron tomadas en lugares públicos y, por tanto, estoy legalmente capacitado para incluirlas aún sin permiso explícito de nadie.

Salvo acuerdo puntual en sentido contrario, no aparecerán otras personas en esta web que se las pueda reconocer. No creo que nadie tenga que ser relacionado públicamente conmigo sin saberlo. Eso no es óbice, sin embargo, para que yo publique libremente aquellos contenidos que me apetezca de un lugar o evento en el que estaba (o no) acompañado.

En esta web todos los puntos de vista, mientras sean legales en el país en el que esté alojada la web, son públicamente aceptados, aunque yo personalmente pueda no estar de acuerdo. De nuevo, Cabral:

«A la izquierda los revolucionarios, a la derecha los reaccionarios; en el medio los hombres, los que deciden su propia vida, es decir, tres o cuatro.»

Rapa Nui Ghost

No pretendo tener una web exitosa en términos de número de visitas o cualquier otra métrica. Esto es sólo, pero tampoco nada menos que, mi ventana personal al mundo donde compartir aquello que me entretiene, que no tiene por qué ser lo mismo que te entretenga a tí. También es una bitácora atemperada de mis vivencias, como una autobiografía multimedia, que se va ensanchando y mutando según voy encontrando el tiempo. No he visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhauser, pero alguna anécdota tengo para contar. De todas maneras, te lo ofrezco libre de cargas, por si acaso te interesase. Como dice un precioso refrán (eslavo, creo) que hago mío:

«Se puede quitar por la fuerza pero no se puede dar por la fuerza»

Para saber de mí a nivel profesional, en qué estoy liado y cuales son mis experiencias e inquietudes profesionales, por favor visita www.salvadorcastillo.net. Intento separar los dos mundos tanto como puedo.

Si quieres contactarme, me puedes escribir al Telegram siguiendo el enlace de abajo; de esta forma puedo mantener privado mi número de teléfono, y tu teléfono también queda privado. Luego, si nos añadimos mutuamente como contacto, Telegram nos dará la opción de compartir nuestro número el uno con el otro. Así que si decides contactarme, por favor, dime algo más que «hola» para que no te confunda con un chat-bot. Anda que no tienes material en estas páginas para echarte unas risas conmigo. No me ofendo fácilmente, y nunca si la chanza es con buena fe. No obstante, ejecuto insta-block a impertinencias, exabruptos y cualquier otro mensaje que yo considere inapropiado. Para todo lo demás:

Aviso: todas las opiniones personales publicadas en este sitio web están sujetas a cambio o retracción sin aviso previo. Sólo faltaba que ante nuevas evidencias, un mejor razonamiento, o una más profunda introspección, no pudiese cambiar de opinión respecto de cualquier cosa. Llevo haciéndolo toda mi vida. Otra cosa son cambios de mis valores personales. Que también los he ido cambiado según he ido caminando la vida. Pero esos otros cambios conllevan sustancialmente más tiempo y me cuestan mucho más. El zeitgeist es algo real y aunque quizá prefiramos sentirnos independientes y a contracorriente, creo que nos acaba afectando a todos.

Saludos, y gracias de nuevo por pasarte. ¡Abre el menú abajo!